Antes de comenzar, es importante tener en cuenta que cargar y limpiar los cuarzos son dos cosas diferentes. La limpieza se refiere al proceso por el cual se retira la energía acumulada de los minerales, mientras que cargar significa impregnarlos de la energía propia para programar y manifestar deseos del corazón. Existen varios métodos para realizar ambos procesos y en este artículo encontrarás un listado de rituales para limpiar los cuarzos de los que podrás elegir el que más te convenga.
Agua
Uno de los métodos más sencillos y accesibles para limpiar tus cuarzos será el agua. Aunque es conveniente que la fuente de este líquido sea natural —es decir, arroyos o ríos— el agua de la llave también es efectiva. Es importante evitar por completo el agua caliente, porque puede ocasionar que tus minerales se agrieten. Para ello, coloca tus cuarzos bajo el chorro de agua por aproximadamente un minuto y visualiza cómo la negatividad abandona la piedra.
El agua de lluvia es otra excelente alternativa, especialmente si te encuentras en provincia. Puedes captar el líquido y sumergir tus cristales en ella o bien, puedes colocarlos bajo la lluvia en tu jardín o terraza.
¡Importante! No todos los cuarzos pueden tener contacto con el agua. Piedras como la hematites y la malaquita no deben de limpiarse con ella.
Agua con sal
El agua con sal es el procedimiento más conocido para purificar estos minerales sanadores. Al igual que el método anterior, es preferible utilizar agua de mar, pero si no tienes acceso a ella, puedes disolver una cucharada de sal de grano en una taza de agua. Una vez lista esta preparación, sumerge tus cuarzos y déjalos reposar por 12 horas y no más de 48 horas.
Por su parte, la sal es una sustancia que no es compatible con todos los cuarzos. Si las piedras que deseas limpiar son el ámbar, las esmeraldas, el lapislázuli, el ópalo, la malaquita o las turquesas, no utilices este método de limpieza.
Humo de salvia, incienso o palo santo
Este método es muy práctico, ya que puede aplicarse a todas las piedras sin peligro de dañar su estructura. Para ello, únicamente debes encender la salvia, el incienso o el palo santo y rodear la piedra con su humo por 30 a 60 segundos. Podrás acompañar este proceso con una meditación o repitiendo algún mantra que te permita purificar la energía de los cuarzos correctamente.
Así mismo, posiciónate junto a una ventana abierta mientras purificas tus cuarzos. De esta manera, garantizarás que el humo se salga y con él las malas energías que hayas limpiado de tus minerales sanadores.
Arroz
El arroz será tu mejor aliado si deseas purificar piedras, como la turmalina negra o la amatista. Para este procedimiento requieres un tazón con arroz, en el cual debes enterrar tus cuarzos por 24 horas. Pasado este tiempo, sácalos y desecha el arroz.
Visualización
La visualización consiste en hacer una meditación y un ritual para lograr la purificación de tus cuarzos; es un procedimiento íntimo que requiere mucha concentración, porque todos los pensamientos —ya sean buenos o malos— serán los que atraigas a tus piedras protectoras. Consecuentemente, emplea este método sólo cuando te encuentres bien contigo mismo y en un espacio mental positivo.
Enciende una vela y toma cristal por cristal con ambas manos, míralo y respira profundamente mientras repites un mantra para limpiarlos.